DESCUBRE EL TURISMO BOTÁNICO

en el Montsec

Si te decides por practicar un turismo tranquilo y sostenible, el turismo botánico es una estupenda opción. Tendrás la oportunidad de observar y ser parte de una variedad de paisajes de rica vegetación y biodiversidad.

Descubrirás la importancia de la riqueza vegetal en la cultura popular de los habitantes de los pueblos del Montsec aragonés que, como buenos conocedores de la Naturaleza, hacían uso de estas plantas en su día a día.

Cualquier época del año es buena para acercarte a conocer la vegetación de este fantástico lugar. ¿Te animas a conocerlo?

Descubre el turismo botánico en el Montsec

Sé parte del paisaje

LAGUNAS DE ESTAÑA

nadadoras desconocidas

En los alrededores del pueblo de Estaña, encontrarás unas preciosas lagunas de origen kárstico con una enorme diversidad vegetal de fácil observación. Carrizales, aneales, juncedas, totoras y matas de junquillo, conviven con rosales silvestres, zarzas y yerba tripera, salpicando de color las orillas de las lagunas.

Este paisaje vegetal está dominado por un mosaico de cultivos de secano con grupos de encinares, coscojares y enebrales. También podrás detectar las zonas en las que el pastoreo ha sido más intenso por la presencia de matorrales mixtos con boj (arbusto muy usado por los pastores y vecinos para tallar diversos utensilios) y matorrales de aromáticas como el romero, el tomillo y algunas lavándulas y salvias.

Si te apetece hacer de detective y seguir pistas, tienes muy cerca del camino un precioso Enebro de San Esteban, catalogado como árbol singular de Aragón. Aquí tienes las coordenadas para encontrarlo: 4202701ºN-052701ºE. ¿Te apuntas a la aventura?

SOPEIRA

camino a las cumbres

Este paisaje rocoso es hogar de varias especies vegetales muy especiales por su hábitat, que se han adaptado al clima y la orografía de este abrumador enclave: hayedos acidófilos pirenaicos, pinares, arboledas de enebros, bosques quejigos y carrascas.

En la zona que da paso a la llanura se localizan cultivos de secano bordeados de matorrales arbustivos y bosques-isla con especies como serbales, fresnos, romeros, ruscos, endrinos, enebros y rosales silvestres.

Observa con tus propios ojos la abrumadora verticalidad y dureza en la que cuesta creer que habiten seres vivos. Un lugar que es frontera natural de muchas plantas, así como hogar de algunas en peligro de extinción, como la pequeña Borderea chouvardii, que solo está presente aquí y que puede vivir más de 300 años.

RIBERAS DEL NOGUERA RIBAGORZANA

el río que nos lleva

En las estrechas paredes calizas del congosto o barranco del Cajigar crecen plantas que sienten predilección por el medio rocoso, como la oreja de oso con sus flores moradas o blancas. En las zonas más húmedas de estas paredes encontrarás al culantrillo o guardalibros, así como la hiedra alargando sus tallos y abrazando las rocas.

La vegetación de ribera flanquea con riqueza las orillas del río Cajigar: chopos, fresnos, olmos y sargas se encargan de asentar las márgenes de los ríos y hacerlas resistentes frente a posibles riadas. También verás a lo largo del recorrido arbustos y matorrales a los que le gusta la humedad y dan cobijo a multitud de especies de aves. Además, el clima y la orografía de este peculiar lugar posibilita la presencia de vegetación mediterránea con sus carrascas, robles, pinos, enebros, sabinas negras o matorrales de romeros.

Una curiosidad que te dejará boquiabierto es el bosquete de abeto, un bosque que fue plantado en los años 70 para venderlos como árboles de navidad en mercados de Barcelona. Su existencia a día de hoy se debe a que las paredes del congosto los protegen de una excesiva irradiación solar y a que cuentan con un sustrato rico y húmedo.

L’ESTALL

los colores del montsec

La primavera estalla en el Montsec con cromatismos intensos, tiñendo los prados y campos de diferentes verdes, blancos y rosas de los almendros y rosales silvestres en flor, dando vida a una tierra que el invierno ha pausado y ha dejado desnuda.

Entre marzo y primeros de mayo, la zona más norteña se va coloreando de varios tonos de amarillo con narcisos, cuernecillos o prímulas que indican que la primavera ha llegado. Las orquídeas, potentillas, claveles silvestres y globularias saldrán a tu encuentro, coloreando tus paseos.

Las paredes rocosas que te rodean están llenas de tesoros florísticos, albergando especies endémicas del Pirineo central como claveles de roca y dragoncillos. También te toparás con alguna sorpresa botánica, como los tulipanes silvestres y las peonías en flor, genistas y el erizón azul, formando una experiencia visual única.

NOGAL DE SAN MEDARDO

un vecino muy especial

Situado junto a la ermita de San Medardo en Benabarre, se encuentra este imponente nogal negro americano de gran interés botánico, conocido con el cariñoso apelativo de “Nogui”. Sus espectaculares dimensiones y particularidades le han valido la entrada en el catálogo de árboles singulares de Aragón.

Este es un lugar de Naturaleza y leyendas, donde la ermita no se concibe sin el nogal, ni este sin la ermita. Juntos conforman un mismo y completo paisaje. Siempre rodeados de leyenda en estas mágicas tierras, se cuenta que en la forja de esta ermita existe un cerrojo que quien lo toca, recupera la fertilidad perdida.

Otra leyenda cuenta como un buey iba cada día tras su jornada laboral a escarbar en un preciso lugar. Los dueños decidieron excavar en ese sitio y encontraron los restos de San Medardo. Tras retirarlos, comenzó a manar agua del lugar, de manera que decidieron ubicar allí el pozo que verás en la ermita. Si te apetece beber de esta agua para refrescarte, sólo tienes que acercarte a la fuente de los Dos Bueyes, aledaña a la ermita, donde el agua mana de las cabezas de dos bueyes de bronce.

SANTA QUITERIA Y SAN BONIFACIO

botánico y románico

Una manera de admirar el impresionante paisaje dibujado por la fuerza del agua y descubrir el potencial botánico del Montsec de Aragón es acercarse a la ermita románica de Santa Quiteria desde el Albergue Casa Batlle.

En toda la zona encontrarás pino carrasco, enebros y encinas. Muchos de estos lugares vuelven a ser colonizados de manera natural por la vegetación arbustiva como la coscoja, el romero, el erizón y alguna hermosa merendera.

Las joyas de la corona son dos especies vegetales endémicas: la Centaurea emigrantis y el clavel de roca. Podrás encontrar este tipo de vegetación en estas rutas: PR-HU 206. Chiriveta – Chiriveta y Mirador de Montfalcó

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